domingo, 16 de enero de 2011

Viaje 2...

Trato de ver la vida con calma, no me gusta ser radical (aunque alguna vez lo fui). Ahora soy mas tolerante con lo que escucho y dando opiniones, prefiero suponer que las personas saben, y tienen motivos, para decir lo quieren; a simplemente pensar que lo dicen solo por hablar.

Pero hay veces que la vida te pone a prueba, específicamente en este viaje me pase una semana maravillosa en Cancún, pero a la semana siguiente tuve que lidiar con el sentimiento de tener dos tías en el hospital, una murió y la otra sigue viva (aunque conectada a algunos aparatos).

Curiosamente, el proceso de la muerte de mi tía, fue mas un momento de reflexión que de tristeza, se juntaron muchas cosas, sentimientos, recuerdos, etc. Recordé como algunos blogueros relatan su reacción a la muerte de un ser querido, me acorde como mi padre alguna vez me contó su reacción a la muerte de sus padres, me acorde como hace algunos años viví la muerte de otra de mis tías y mi abuela (las dos en el mismo accidente) y me acorde de la muerte de mi suegro.

También me hizo pensar que estoy viviendo lejos de la mayoría de mis seres queridos (y de los no tan queridos). Mentiría si dijera que no hizo preguntarme mas de una vez si valía la pena estar de este lado y repasar mas de una vez los motivos por los que había decidido salir del país.

Por otro lado, me hizo recordar las palabras de un buen amigo "no sientas nostalgia, porque nosotros estando aquí tan cerca no nos vemos, no nos reunimos. Tengo meses sin saber de algunos." - la cual fue su respuesta a la pregunta de si había visto a la bola que considero mis mejores amigos. Posiblemente suceda lo mismo con mi familia, dejan comunicarse entre ellos aun estando realmente cerca.

Solo me dedique a observar como los demás pasaron el momento, a lo hijos (mis primos) y a su esposo viviendo su dolor (ahí me acorde que no hay palabras que puedas decir para hacer sentir mejor a alguien - que el enfermo se recupere? Viendo todo lo que sufre. O que muera? Para que deje de sufrir) opte por quedarme callado escuchando atentamente. A mis tíos y tías (hermanos de mi papa). Hubo desde los que lo tomaron tranquilos hasta los que se vieron mas afectados. Mis hermanos lo vivieron diferente uno siempre ha sido mas sentimental que el otro. Mi madre que lo vivió a su manera sin involucrarse demasiado.

Hubo todo un cúmulo de sentimientos y opiniones, que si era una santa que si no. Que si había sufrido al morir, que si había esperado para que llegaran la mayoría de los familiares a despedirse. Observe como algunos lo vivieron con verdadero dolor, o con resentimiento, otros mas con curiosidad y algunos hasta con algo de indiferencia.

Prefiero no acordarme de mi tía en sus últimos días, al igual que no quise ver los cuerpos de mi otra tía y mi abuela. Quiero quedarme con los recuerdos de mi niñez, cuando mis padres me llevaban a su casa para jugar con sus hijos, o cuando la veía bailar con mi papa, cuando platicábamos, nos reíamos, cuando íbamos a los partidos de béisbol.

Al final, creo que todos esos sentimientos y recuerdos hicieron que durante el duelo no me sintiera triste, fue algo extraño, tal vez no me dio tiempo de vivirlo, o quizás dejo tantas interrogantes que no dio tiempo a la tristeza.

En fin, que descanse en paz la tía Lety...

Saludos,
El Buho...

No hay comentarios: